Cuando se organiza un huerto es
importante planificar el sistema de riego, porque la forma de regar
determina la forma de sembrar y plantar. Si el riego es con manguera
puedes sembrar en superficie plana con un borde de casi un palmo de
altura en su contorno exterior para que retenga el agua. Si el riego es
por inundación, tendrás que hacer un sistema de caballones o lomos. Si
trabajas con bancales necesitas un sistema fijo de riego por goteo.
Algunas plantas necesitan mas agua que
otras. En la planificación tienes que tener esto muy en cuenta. Un
exceso de riego puede crear problemas de podredumbres y hongos
parásitos. La falta de agua supone una merma en el desarrollo vegetal y
torna las plantas duras y con tendencia a espigarse o montar en flor.
El agua que utilices para el riego puede venir de ríos, pozos, del grifo, un depósito o directamente del cielo.
El riego se realizará durante las horas más cálidas del día, para evitar que durante la noche la planta sufra más daño con las heladas. Si el ambiente está húmedo con un par de veces a la semana será suficiente para conseguir que las plantas germinen.
Si hemos sembrado al inicio del otoño y nuestro objetivo es que los alumnos tengan la cosecha antes de que empiece el invierno, será necesario regar más, para que las plantas se desarrollen con rapidez. Eso dependerá en gran medida del clima del entorno.
En nuestro huerto conectamos el sistema de riego media hora, dos día a la semana, si no llueve. Si llueve no es necesario regar.
En primavera-verano
Cuando las plantas comienzan a crecer, necesitan más aporte hídrico. Regaremos lo suficiente para que el terreno esté húmedo pero no encharcado. No es necesario mucha agua, puesto que mantenemos el suelo de los bancales cubierto con paja, que impide la evaporación del agua de riego y el terreno se apelmace. Se puede conectar el sistema de riego unos minutos cada día, si no llueve.
Ríos y arroyos
Es una buena forma de regar los huertos,
pero muchas veces no tienes esta fuente de agua a tu alcance. No
necesitas bombas de agua en la mayoría de los casos. Si el río o arroyo
pasa cerca del huerto puedes tomar el agua desde el punto más alto y
con el mismo desnivel puedes tener la presión necesaria para regar.
Haces una arqueta al lado del río, de manera que el agua entra a través
de un filtro y sale por una manguera que llevas hasta varias tomas por
el huerto, con sus correspondientes grifos y mangueras flexibles o
tubos de goteo.
Las aguas destinadas al riego deben ser
puras, ya que un agua contaminada o con exceso de sal o cloro, dañará
las plantas considerablemente en la producción.
Pozos
Suelen ser aguas subterráneas con alto
contenido en cal. Muchos de estos pozos están por debajo de los 100
metros de profundidad y el agua se extrae por medio de bombas
eléctricas o de gasoil y de instalaciones de mangueras hasta la zona
destinada al riego.
Depósitos artificiales
Se construyen con hormigón o son de
fibra y se sitúan en sitios elevados, a fin de obtener la presión
necesaria para regar. Los depósitos de fibra se deben de montar sobre
bases estables, niveladas y bien limpias, o de lo contrario al ser
llenados de agua podrían sufrir roturas por el peso sobre la base.
Si la fuente de agua está más elevada,
es mucho más fácil llenar estos depósitos, pero si está por debajo del
nivel del depósito habrá que bombearla.
Riego por inundación
Es el clásico riego que inunda los
surcos o caballones y que suele venir a través de canales creados
expresamente. Para este tipo de riego hay que disponer de abundante
agua, ya que se malgasta mucha. Es ideal para el riego de arrozales,
patatas, tomates, pimientos, berenjenas, judías, lechugas etc., pero no
adecuado para plantas medicinales
Riego por mangueras
Este método de riego es muy sencillo, y
tan sólo requiere una buena instalación con mangueras enterradas
rígidas, unas cuantas tomas de agua o grifos con mangueras flexibles. Te
permite regar el huerto a tu gusto, pudiendo poner el agua en el lugar
que deseas. Es conveniente que la manguera llegue sin problemas a todos
los lugares del huerto.
Riego por goteo
Este método es por mangueras o tubos
fijos con goteros intercalados cada 30 o 40 cm, goteando el agua solo en
los sitios necesarios. Es un buen sistema en zonas de alta temperatura
y si dispones de pocos recursos de agua. Puedes ahorrarte mucho tiempo
y agua a la hora de tener que regar.
El sistema de riego por goteo con un
sencillo programador de riego (de venta en tiendas de jardinería) puede
ser conectado a un grifo y las plantas solo se riegan entre 15 y 30
minutos cada día o entre media hora y una hora cada dos días. Este
sistema tiene la ventaja adicional de que te permite ausentarte durante
largos períodos sin que por ello sucumban los cultivos por falta de
riego.
Riego por aspersión
Este tipo de riego se basa en unos
aparatos que disparan el agua a presión hacia arriba, dando vueltas
continuamente y regando un radio que dependerá de la presión del agua.
Es apto para cultivos como maíz, patatas, cebollas, guisantes y habas,
pero nefasto para cultivos de tomates, pimientos, berenjenas, judías,
calabacines y plantas medicinales.
Se malgasta mucha agua, ya que con el calor se vapora mucha antes de llegar a las raíces de las plantas.
.
¿Cuando regar?
En otoño- inviernoEl riego se realizará durante las horas más cálidas del día, para evitar que durante la noche la planta sufra más daño con las heladas. Si el ambiente está húmedo con un par de veces a la semana será suficiente para conseguir que las plantas germinen.
Si hemos sembrado al inicio del otoño y nuestro objetivo es que los alumnos tengan la cosecha antes de que empiece el invierno, será necesario regar más, para que las plantas se desarrollen con rapidez. Eso dependerá en gran medida del clima del entorno.
En nuestro huerto conectamos el sistema de riego media hora, dos día a la semana, si no llueve. Si llueve no es necesario regar.
En primavera-verano
Cuando las plantas comienzan a crecer, necesitan más aporte hídrico. Regaremos lo suficiente para que el terreno esté húmedo pero no encharcado. No es necesario mucha agua, puesto que mantenemos el suelo de los bancales cubierto con paja, que impide la evaporación del agua de riego y el terreno se apelmace. Se puede conectar el sistema de riego unos minutos cada día, si no llueve.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario